miércoles, 20 de febrero de 2013

PIEDRA Y VEGETACION EN DESPEÑAPERROS.-


En mi viaje de vuelta desde Málaga ayer, sin prisa para retornar a casa, decidí pasar por la antigua carretera del paso de Despeñaperros, hoy Parque Natural de Despeñaperros.
Como puede cambiar una carretera, sin cambiar su entorno, cuando por ella dejan de circular vehículos. Puedes admirar su paisaje, detenerte a realizar fotografías, a ver con detalle su constitución, su flora, su fauna, etc. etc.
 
 
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Despeñaperros está situado en el extremo este de lo que es Sierra Morena, sistema montañoso que avanza de este a oeste y que permite a través de pasos que han formado sus ríos de norte a sur, el enlace entre la Meseta y Andalucía, siendo uno de ellos este desfiladero.
Es impresionante presenciar la zona de los órganos desde el mirador situado frente a ellos.
Esa zona de Despeñaperros se formo hace unos quinientos millones de años, en la Era Primaria, y fundamentalmente su composición es cuarcita armoricana.
Esta roca proviene de estratos de arenas marinas que fueron depositadas durante miles de años y sometidas luego a grandes presiones. Su característica principal es su extrema dureza. Se las puede observar en estratos de un metro o metro y medio de espesor en todos los ángulos inimaginables.
Entre sus huecos, zonas rellenas de otros materiales que el río ha erosionado más fácilmente, pueden verse crecer encinas y otros árboles y arbustos de gran porte como los madroños.
En lo más alto de desfiladero, encima de los órganos y detectables por los excrementos de estas aves, pueden observarse posados en sus buitreras a los buitres.
Y a los pies, en el fondo del desfiladero, la antigua carretera y la vía del tren siguen uniendo un punto y otro a cada lado del desfiladero.
Más hacia Santa Elena, en las primeras curvas de la carretera bajando desde el pueblo, podemos observar los estratos pizarrosos que se formaron durante milenios.
Se les ve perfectamente en los cortes que realizaron los ingenieros para la ejecución de esta ruta; plegados, arqueados, inclinados en distintos ángulos y con grosores que oscilan entre los tres y los veinte centímetros entre capa y capa.
Y esos mismos filones de pizarras vistas, sirven para que un montón de pequeñas plantas vivan aprovechándose de su descomposición y de los suelos que producen así como del agua que mana través de cada veta.
Y para dar un pintoresco toque de más color, en esta época, los almendros nos enseñan sus flores a la vez que los viejos almendrucos del año pasado esperan caer al suelo para sacar adelante otro árbol.
Si podéis y no tenéis prisa, en el siguiente viaje que hagáis a Andalucía por esta carretera, pasar por el viejo camino. Veréis que vale la pena. Ayer estuve todo el rato solo acompañado por la naturaleza. No paso nadie más, claro que la lluvia no incitaba a pararse.
 
 
 
 
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Incluso lloviendo, tampoco llovia demasiado, en esta epovca esta precioso. Luego más adelante, en las sequedades del verano, el paisaje cambia, pero como pasa en todas partes.
Cuando bajeis a Andalucia o subais hacia La Mancha, acordaros de perder media hora y visitar este tramo de la antigua N-IV.
Sed felices.
Antonio

1 comentario:

  1. Qué precioso reportaje y todo lo que he aprendido, desde Pamplona. Me han encantado los almendrucos. Me han recordado a cuando era pequeñita con mi abuelito en las huertas. Gracias por traerme ese cuadro maravilloso.

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