Se supone que nuestro poeta nació entre mil seiscientos veinticinco o veintiocho en la ciudad tarraconense de Tortosa, en el seno de una noble familia.
Vivió en distintos lugares de España; se sabe que vivió en Valencia donde fue consejero y amigo del virrey D. Pedro Álvarez.
También viajó mucho a Zaragoza donde tenía un tío canónigo que le daba cobijo cuando por allí aparecía y vivió también en Madrid.
Amigo de los grandes poetas de la época en Aragón, como Gracián y Salinas.
Francisco de la Torre y Sevil fue un gran poeta del barroco postrero, en un momento en que este estilo estaba muriendo para dejar paso al neoclasicismo. Francisco de la Torre fue de sus últimos magistrales poetas.
Fue poeta de fácil verso, elegante en su forma, muy agudo y muy fecundo.
De sus obras destacamos:
El peregrino atlante Francisco Javier, Luces de la aurora: días de sol, Delicias de Apolo: Recreaciones del Parnaso… etc.
Murió en mil seiscientos ochenta.
Os he colocado un soneto por picadura de abeja.
Soneto a una dama picada por una abeja
mientras dormía después de la caza.
Cansada de rendir en las montañas
ya al hombre humilde, ya a la fiera brava,
dormida sus saetas ocultaba
Filena en el carcaj de las pestañas.
Cuando son osadías más que extrañas,
átomo dulce, que sutil volaba,
picando en lo que rosa imaginaba,
con la muerte pago dichas tamañas.
Oh mariposa, que en tu ardor cegaste,
y si no en viva luz, por ser dormida,
en púrpura encendida te abrasaste.
Si acaso te lamentas fenecida,
Si acaso te lamentas fenecida,
por la mitad del nácar que chupaste
entera te daré toda la vida.
--o0o--
Ya sabéis: cuando en el campo os echéis a descansar tener cuidado con las abejas y vuestros labios.
Sed felices.
Antonio
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