jueves, 5 de febrero de 2015

FLORES CON POESIA CCXXIX.- Canción de la perdigona.-

Nuestro poeta nació en Huelva en mil ochocientos noventa y uno. Pertenece por lo tanto a la Generación del 27 y por supuesto al modernismo, si bien lo largo de su vida fue cambiando de ideas y de estilo.

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Rogelio Buendía Manzano estudió bachillerato en su ciudad natal y posteriormente se doctoro en Medicina en la Universidad de Sevilla.
Médico, si, pero su verdadera pasión fue la poesía, editando varios libros. Los tres primeros podemos catalogarlos dentro del modernismo, entre ellos figuran Del bien y de mal, El poema de mis sueños y Nácares, este ultimo publicado en mil novecientos dieciséis.
Su siguiente libro, La rueda de color, entra de lleno en el ultraísmo.
¿Qué que es el ultraísmo? El ultraísmo es un movimiento que surge hacia mil novecientos dieciocho en el café Nacional en una tertulia presidida por Gerardo Diego y cuya intención era combatir el modernismo que sobrevivía desde el siglo XIX.
Hay que indicar que Rogelio Buendía Manzano fue el primer traductor de Fernando Pessoa al español.
Resumiendo, podemos decir que Rogelio Buendía es un poeta muy fino, con preciosas imágenes, que recuerda de alguna manera a Góngora y capaz de ser muy emotivo en sus temas.

Director de revistas literarias al finalizar la Guerra Civil fue desposeído de todos sus cargos.
Se retiro como médico a Elche y murió en Madrid en mil novecientos sesenta y nueve.
Os he elegido una canción, que espero que os guste.

 
CANCION DE LA PERDIGONA

 
Perdigona quiero ser,
perdigonada en el rastrojo,
¡corre que te corre, niña,
corre, corre, que te cojo!

Perdigonada quiero ser,
piando entre los abrojos,
desafiando a las ranas
en sus vuelos alicortos.
¡Corre que te corre, niña,
corre, corre, que te cojo!

Abiertas llevo mis alas,
el pico de sol de oro
la plumilla, con el aire,
como una borla de polvo.
¡Corre que te corre, niña,
corre, corre, que te cojo!

Perdigonada quiero ser,
para refrescar los tojos
con mi pío, pÍo ,pío,
con mi pío alegre y rojo,
que deshojando amapolas
va entre los trigos de oro.
¡Corre que te corre, niña,
corre, corre, que te cojo!

Con mi pío, pío, pío,
con mi pío, pío, pa,
cantando voy por el aire
y el agua lejos se va.

Perdigona quiero ser,
perdigonada en el rastrojo,
¡corre que te corre, niña,
corre, corre, que te cojo!
--o0o--


Nada mas por hoy.
Sed felices
Antonio

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