martes, 26 de mayo de 2015

FLORES CON POESÍA CCXLII: Soneto

Aunque las fechas de su nacimiento no son muy exactas, se piensa que nuestro poeta, nació en La Coruña alrededor del año mil seiscientos quince.


Vivió allí hasta la edad de once años, ya que la familia se traslado a Granada; allí pasaría el resto de su juventud y se dedicaría al estudio de las leyes.
Como muchos jóvenes de la época, Francisco de Trillo y Figueroa, paso a engrosar durante un determinado tiempo las unidades de los Tercios de Flandes.
A la vuelta de combatir en Flandes, abandono  su profesión de abogado y paso a dedicarse al estudio de la Historia y  a desarrollar su poesía.
Francisco de Trillo, es un poeta del barroco, amante de los clásicos, que es capaz de escribir cualquier tema, a base de rima y métrica; destacara por sus obras satíricas, muy de la época, amorosas y odas relacionadas con los héroes reales e imaginarios.


Comparado con Góngora, fue a su vez un extraordinario traductor de los escritores griegos.
Murió en Granada en mil seiscientos ochenta.
Representante sin par del culteranismo, escribió algunos sonetos magníficos.
Os dejo uno de ellos titulado:

Desprecio a la fortuna.

Dichoso aquel a quien la amarga muerte
no trunca el tiempo de sus dulces años,
y aquel que no alimenta desengaños
con el cebo engañoso de la suerte.


Dichoso, si hay alguno, aquel que advierte
su riesgo al resplandor de los extraños,
y aquel que, mariposa a los engaños,
entre las llamas el ardor advierte.


Dichoso el que con vuelo reposado
a la cumbre se acerca fatigable
de la alta ruina a que el honor aspira,


y mucho mas aquel que retirado
vive de la fortuna incontrastable,
limando con su paz su cruel ira.
--o0o--


Espero que os haya gustado.
Sed felices.
Antonio

viernes, 22 de mayo de 2015

Pensamientos alrededor de un capitel del monasterio de Silos.

Entrando por el desfiladero de La Yecla, formado por el rio Mataviejas, que discurre entre los riscos de la sierra de la Demanda, nos encontramos ante un maravilloso paraje que aprovecha la apertura de los montes y es el lugar que eligieron nuestros antepasados para crear el pueblo de Silos, hoy denominado Santo Domingo de Silos.


Plano en relieve de la ciudad se Santo Domingo de Silos

Silos, un nombre ligado a historia de España y a su cultura, un lugar de cruces de caminos, un lugar mágico por la belleza de sus alrededores y por magnificencia de la población en sí misma, donde se entremezclan el pasado en sus antiguas edificaciones y el modernismos, en paz, uniéndose los cantos gregorianos de los monjes con el sonido del silencio que rodea el lugar.

Plaza del Rollo

Silos es un lugar mágico. Hay algo en su ambiente que te abraza, te da la sensación que has estado allí siempre. Sus estrechas y antiguas calles, el rollo, la iglesia de San Pedro o las ermitas y conventos que existen en sus alrededores te predisponen para entrar en uno de los claustros más fantásticos de la arquitectura románica española. Y si tienes la suerte de poder relajar tu mente o tu espíritu escuchando antes a los monjes de Santo Domingo de Silos interpretando cantos gregorianos, la entrada se hace entonces increiblemente fantástica.

Iglesia de San Pedro

El claustro de románico del monasterio de Silos es una maravilla; de doble altura y con unas dimensiones 22x24 metros, con 16 arcadas en las caras norte y sur y 14 en las otras dos, estando ligeramente descuadrado.

Claustro románico de Santo Domingo de Silos

Entras e impresiona. Los ojos quieren marcharse a recorrer uno a uno sus capiteles y sus columnas, buscando aquello que los maestros de Silos quisieron dejarnos escrito en la piedra.
De entrada, los machones de las esquinas, labrados de forma maravillosa por el primer maestro, te sobrecogen por su estilizadas figuras y por la rotundidad de sus explicaciones ajustándose al nuevo testamento y en uno de ellos reproduciendo de forma magistral el árbol de Jesé o árbol genealógico de Cristo.


Extenderse en las explicaciones de cada uno de los capiteles del claustro sería obra ardua, que un inexperto como yo no puede asumir. Por el contrario esta entrada quiere materializar, de alguna forma, la incertidumbre y los interrogantes que crearon en mí desde su contemplación las imágenes representadas en un capitel del ala oeste, en su lado norte, y por lo tanto perteneciente al primer maestro de Silos.


¿Qué significado tiene? ¿Qué son esas cabezas bajo las patas de las aves en posición contraria a lo normal?
Lo mire más de una vez. Me marche y volví de nuevo buscando una interpretación lógica, algo que el maestro hubiese querido trasmitir y que nadie del lugar supo indicarme.
Ha pasado casi un año desde entonces y el capitel me viene al recuerdo una y otra vez. Miro las fotografías e intento descifrar esas cabezas bajo las garras de esas aves.


La cabeza superior, más pequeña que la inferior, parece el rostro humano, de pelo corto rizado, no le caen melenas por los costados, escupiendo algo por su boca. Si nos guiamos por los maestros podría tratarse de la representación de la palabra, la enseñanza que parte desde arriba. ¿Es quizás un ángel anunciando algo? ¿Quizás dictando una sentencia?
Miro de nuevo la imagen y tengo otra sensación: la sensación de ver una especie de felino que parece que quiere comerse a los flamencos y los atrapa desde arriba. Esa nariz, esos bigotes y esa pequeña boca tienen más apariencia felina que humana; pero si fuese un felino atacando al ave ¿No tendría que tener un mayor peso dentro del conjunto del capitel?


Las aves tienen sus cuellos entrecruzados. Parece que cada una quiera picotear las plumas de la contraria, y con su mirada que da la sensación de dirigirse al infinito, parecen desentenderse del individuo que cabeza abajo está entre ellas.
¿Qué representas estas dos aves? ¿Por qué tienen entrelazados sus cuellos y miran en direcciones opuestas? ¿Es quizás la lucha del alma entre lo terreno y lo espiritual?
Plumajes perfectamente realizados, una cantidad enorme de detalles para un capitel que nos quiere decir algo y que nadie sabe decirme el que. Los plumones de las aves parecen estar realizados con un detalle exquisito y a mitad de su cuerpo salen como unas manos emplumadas que agarran algo que parece venir desde la cabeza invertida, como si fuera parte del cuerpo de esa figura. ¿Por qué unas garras asiendo dicha figura a mitad del ala?


Y ya en la parte inferior del capitel la cabeza mirando hacia el cielo, mirando a la parte superior del capitel, pero sin mirar.
Fijémonos en esa figura, que no sé porque creo que es la esencia del capitel.
Ojos que parecen estar cerrados; da la sensación que los dos parpados están cerrados, por lo tanto o la figura duerme o la figura representa a un ser muerto.
La representación es curiosa. ¿Significara acaso la lucha entre el cuerpo y el alma? ¿Querrá indicar el capitel en su conjunto la lucha del alma para desprenderse de lo terreno?
Si nos fijamos en la figura da la sensación de quietud. Los pelos descansan sobre el suelo y parece que las garras de las aves solo los rozan, no hay una acción de retener o pisar. Si así hubiera querido expresarlo el maestro, habría colocado las garras pisando de alguna forma definida una parte de ese cuerpo. ¿Es quizás una expresión del desprendimiento del alma del cuerpo?


Llevo rumiando mucho tiempo alrededor de este sencillo y, para mí, misterioso capitel del lado oeste del claustro.
Tengo ganas de volver al Monasterio de Silos y volver a colocarme delante de él y preguntarle. Tengo ganas de encontrar una respuesta.
Aquí os dejo. Espero no haber cometido graves errores de ignorancia en esta entrada, que no ha sido otra cosa que expresar lo que uno siente.
Ya solo me queda desearos felicidad.
Antonio

jueves, 21 de mayo de 2015

FLORES CON POESIA CCXLI.- A la rosa

Nace nuestro poeta en mil ochocientos ocho, en Almendralejo, provincia de Badajoz, trasladándose posteriormente su familia a Madrid, donde realizo estudios en el colegio de San Mateo.

 Rosa Baleares

José de Espronceda es un romántico de los pies a la cabeza y desarrollara este sistema de pensamiento y forma de sentir a lo largo de la vida, hasta su muerte repentina justo unos días antes de contraer matrimonio después de una vida totalmente romántica.
Se enamoró de una mujer casada, que había conocido en Portugal y a la que encontró en Inglaterra, con la que huyo a Francia; con ella tuvo una hija a la que tuvo que criar cuando Teresa Mancha le abandono a él.
Instruido en la logia perteneció a la sociedad secreta Los Numantinos. También estuvo en varias tertulias, siendo la primera la Academia Mirlo y posteriormente al Parnasillo.
Espronceda es uno de los grandes poetas del romanticismo.
Canciones, himnos, sonetos, y un innumerable uso de distintas estrofas fueron utilizadas por este poeta político.

Rosa Baron Girod de L'Ain

Cuando de nuevo iba a casarse para asentar su forma de vivir, una miserable faringitis se lo llevo a la tumba en mil ochocientos cuarenta y dos a la edad de treinta y cuatro años, en Madrid.
Os dejo su soneto a la rosa. Espero que os guste.

A LA ROSA

Fresca, lozana, pura y olorosa,
gala y adorno del pensil florido,
gallarda puesta sobre el ramo erguido,
fragancia esparce la naciente rosa;
 

Rosa Baronesa Prevost 

mas si el ardiente sol lumbre enojosa
vibra del can en llamas encendido,
el dulce aroma y el color perdido,
sus hojas lleva el aura presurosa.
 
 Rosa Mme Laurette Messymi 

Así brilló un momento mi ventura
en alas del amor, y hermosa nube
fingí tal vez de gloria y de alegría;
Rosa Sweet Fairy

mas, ¡ay!, que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.
--o0o--

Rosa X Alba

Espero que os haya gustado este soneto del romanticismo más fuerte de la mano de José de Espronceda.
Sed felices.
Antonio

En busca de insectos, en buena compañía: Abantos 3.5.15

Fue un día fantástico, que compartí con amigos del mundo de las comunicaciones por internet, y en el que descubrí que cuando hay aficiones comunes es fácil congeniar.
Era el primer domingo del mes de Mayo de este año 2015, cuando nos juntamos todos a tomar un café en una cafetería a los pies de Abantos, en San Lorenzo de El Escorial y desde allí iniciamos un bello paseo en coche hasta lo alto del puerto  y tras una ligera caminata, llegar al vértice más alto de esa montaña fantástica desde donde se divisa una gran extensión de la meseta sur hasta los Montes de Toledo y más allá.
La ascensión fue un constante detenerse a fotografiar todos y cada uno de los insectos que se ponían a nuestro alcance y fueron muchos, muchos más de los pocos que os coloco en esta presentación.
Hay habitantes de seis patas endémicos de la zona que se dan a sus 1500 msnm como puede ser Dinondes dives guadarramensis, lo que le da un valor ecológico increíble a toda la zona.
Arañas de todos los tipos desde la gran tarántula hispánica a pequeñas ocho patas que luchan por su supervivencia tendiendo sus telas en los matorrales bajos donde protegerse algo de las inclemencias del medio ambiente en esas alturas y tener masa tiro a los pequeños insectos que merodean en los mismos. De hecho vimos la caída en una telaraña de un pequeño saltamontes que fue rápidamente envuelto con seda.
Hormigas extrañas, que nunca había visto, dispuestas en orden de batalla a la salida del hormiguero como si esperasen que el cielo abriese un poco para caldearse.
En fin, vale la pena darse una vuelta por esas alturas para observar un maravilloso mundo exento de pesticidas donde nuestros amigos de seis y ocho patas viven.
Y si se va acompañado de gente que conoce el mundo de los bichines, entonces el día se convierte en una maravillosa aula, esplendida aula de enseñanza al aire libre.
La única pena fue el día gris, plomizo, que nos acompaño durante todo el paseo…
Comencemos a ver a nuestros amigos de aquel fantástico domingo:

Desde lo alto de Abantos, el monasterio de El Escorial se presenta majestuoso, con todo el esplendor que supo darle Juan de Herrera. Desde la altura puede apreciarse perfectamente la forma de una parrilla que tiene el monasterio.




Un chinche, del que desconozco su nombre intenta calentarse sobre una roca de granito rosa en un día fresco y sombrío, pero lleno de encanto.





Un endemismo ibérico, una oruga de Chondrostega vandalicia, de la familia Lasiocampidae, se desplaza tranquilamente sobre el suelo arenoso del camino, advirtiendo con sus colores que no la toquemos, que quizás de escozor.




En todo el recorrido nos acompañaron estas margaritas que creo que se llaman Leucanthemopsis pallida. Forman preciosos ramilletes, muchas veces amparándose de los rigores de la alta montaña resguardándose entre los resquicios de las rocas. En la montaña se aprovecha todo, hasta la tierra que se acumula entre dos piedras.


5 Una aceitera, Physomeloe corallife, se pasea entre las gravas del camino buscando seguramente un lugar donde ponerse a excavar para depositar sus huevos. Las vimos apareándose, en solitario y haciendo los nidos.


Una Cicindela maroccana, posa tranquilamente junto a un saltamontes, colocándole una de sus patas sobre el lomo. Parece el abrazo de la muerte, pues la Cicindela es terriblemente depredadora. Si tenéis oportunidad fijaros en sus mandíbulas.


Los escarabajos, como este, del que no tengo la mas mínima idea de cómo se llama, se cruzaban constantemente en nuestro camino. Había que tener cuidado para no pisarlos. Incluso en una zona de detritus de madera, salían a montones de ellos.


Mariposas también pudimos observar, no muchas pues el día estaba fresco, como esta Issoria lathonia que correteaba delante nuestro por el camino, Se paro tranquilamente en una zona de piedras y se dejo fotografiar.


Menos mal que este depredador no tiene más de un centímetro. Si llegase a medir un metro sería terrible encontrárselo. Aquí está el amigo Pycnogasterjugi cola, en pleno almuerzo en medio de un camino. Lo cierto es que la forma acorazada le da cierta belleza.




Otra de las mariposas que se dieron una vuelta con nosotros por los 1753 metro de altura que tiene el monte Abantos es esta Lycaena phlaelas. Precioso ejemplar que volaba en las zonas más resguardadas de la trasera del monte.


Y para terminar un endemismo de la Sierra del Guadarrama, precioso amigo vestido de colores verdes y amoratados. Se trata del Dinondes dives guadarramensis. Un precioso ejemplar del que vimos bastantes individuos.



No puedo dejar estas líneas sin dar un recuerdo a Adela Ortiz, que organizó la reunión, a José Moli que me acompañó mucho rato ilustrándome no solo de insectos sino también de aves y otros animales, y como no a la familia al completo de Julio Cesar Bonnin que me enseñaron un montón de trucos para buscar arañas y a otros amigos de incluso mas de ocho patas.

Nada más por hoy. Espero no haberos aburrido mucho con esta entrada.
Sed felices.
Antonio

sábado, 2 de mayo de 2015

FLORES CON POESIA CCXL.- Ven, dolorosa herida

Nuestro poeta nace a principios de los años veinte del siglo pasado, es dudosa la fecha, en la hermosa ciudad de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz. Allí estudio bachillerato y tuvo como compañero y amigo íntimo de infancia y juventud a José Manuel Caballero Bonald.


Nuestro poeta no es otro que Juan Valencia Jaén poeta hasta la medula que publico su primer poemario “Relox de primavera” en los años cuarenta adelantándose a los poetas de la generación del 50 de Jerez de la Frontera.
Vivió en Valladolid y Sevilla, asentándose definitivamente en Málaga.
Juan Valencia es un poeta intimista, solitario, quizás amante de una forma apasionada de la naturaleza que le rodea. Un poeta solitario, capaz de conciliar una conversación con un desconocido.
Es un pesimista, en el que la enfermedad y el dolor deja reflejados en sus poemas, pero a la vez es capaz de infundir una sensación de familiaridad increíble. Resumiendo es un sentimental del postmodernismo.


Murió en Málaga en mil novecientos noventa.
Os he dejado un soneto, que de alguna forma deja entrever su espíritu y su pensamiento.
Espero que os guste. A mí personalmente me gusta un montón.
 
SONETO

Ven, dolorosa herida a mi cuidado;
ven, corazón; amor, que ya me entrego.
Débil astilla soy para tu fuego,
cenizal fin que el viento ha dispersado.


Búscame, cielo, en mi, que en el sagrado
recinto del dolor parezco ciego.
Huyó en presagio negro mi sosiego
por mañanas de sangre encadenado.


Gusté el placer, amor; tu dulce ciencia
me mintió una vez más y ni tu esencia
guardó mi pecho como aroma puro.


Jugué al azar y todo lo he perdido.
Me he dado ya al dolor, enmudecido,
y descanso en su fe, solo y seguro.

--o0o--



Nada más por esta noche.
Sed felices.
Antonio

viernes, 1 de mayo de 2015

15 Flores de un paseo por el Real Jardín Botánico de Madrid.

Un veintiocho de abril. 
Abril ya esta mayeando. 
Es una tarde que se presenta gris y luminosa. Las nubes, unas nubes que amenazan agua y que son nada más que unas fanfarronas, aparecen y desaparecen creando unas sensaciones de luz y de sombra maravillosos.

Rhododendron Brazier

Solo a esa luz hay que aplicarle el lugar perfecto para disfrutar de los contrastes, de los tonos encendidos y de los tonos apagados en una naturaleza fantástica… y ese lugar no es otro que el maravilloso y cuidado Real Jardín Botánico de Madrid.
Como todos sabéis, no soy botánico. Todo lo contrario, mi profesión ha estado ligada muchas veces a desbrozar preciosos campos para construir sobre ellos. Pero siempre lo he observado, que no estudiado. Y esas observaciones, tanto de la vegetación como de la fauna, grande o pequeña, me han llevado a la contemplación de todo aquello que a mi alrededor es vida y por lo tanto belleza. Porque no hay nada más bello que la vida en si misma. Lo demás son adornos fantásticos que o la Naturaleza nos ha regalado o nosotros nos hemos creado para satisfacer nuestro ego.

Kerria japónica pleniflora

Me encanta apreciar la belleza de las plantas a mí alrededor e intento de algún modo conseguir trasmitir esa gracia con las fotos. Y como me gusta fotografiarlas y disfrutar de ellas, y como a la vez no soy nada egocéntrico sino creo que todo lo contrario, me gusta compartirlas y que tú, o tú o aquel otro, disfruteis de ellas, si es que dan para ello.
Ayer fue una tarde fantástica, espero que haya muchas más como ella.
Os dejo con las fotos, cada una con el nombre de la flor bajo ella.

 


 Fragaria X ananassa Roma (Fresón)


Iris Patina


 Brote de vid


Aquilegia vulgaris (Aguileña)



 Calycanthus floridus


Asphodelus ramosus sobre fondo de Pita


Rosa pendulina


Phlomis fruticosa


Opuntia robusta


IIris sibirica


Eugenia uniflora


Lunaria annua


Rhododendron Hinomayo  

Esto ha sido todo. Yo disfruté del paseo y espero haberos trasmitido algo de la belleza que contemplé.
Sed felices.
Antonio