miércoles, 5 de agosto de 2015

Santa Maria del Azogue. Iglesia románica en Benavente.

La iglesia que vamos a conocer hoy, debe su existencia al deseo de un rey de que sus dos hijos varones fuesen reyes.
Pero vayamos a los hechos históricos:
Alfonso VII de León, el Rey Emperador, tuvo siempre la obsesión de conquistar territorios a los almorávides y a los almohades, tanto que logro apoderarse de Jaén, Córdoba y Almería, aunque estas dos cayeran después de nuevo en manos musulmanas.
Pues bien Alfonso VII, que había heredado de su madre Dª Urraca I de León el reino, testamento de tal forma, que al morir, su hijo Sancho se hizo con Castilla y gobernó bajo el nombre de Sancho III de Castilla; su otro hermano, Fernando fuedesde ese mismo momento rey de León y gobernó como Fernando II de León.
 
Las disputas entre los dos hermano y el heredero de Sancho III, fueron una constante de estos dos reinados, queriendo Fernando II de León usurpar el trono a su sobrino.
Todo esto nos sirve de antesala de lo que realmente nos preocupa.
Al hacerse cargo del Reino de León, Fernando II tiene entre otras cosas buscar el apoyo de la nobleza y del pueblo para repoblar lugares donde poder instalar ciudades, cultivar terrenos e incluso habilitar la defensa de entrada a ciertos caminos o valles.
Y se fijo en un lugar donde se juntan los ríos Esla y Órbigo.

El rio Tera antes de su desembocadura en el Esla

El lugar no es otro que la ciudad que hoy conocemos como Benavente que se edifico sobre un montículo que dominaba estos valles formados por la erosión fluvial y que eran los caminos naturales de acceso hacia los territorios gallegos y astur leoneses. Esta ciudad había estado habitada por un castro astur-leones, así como haber sido un campamento romano.
Fernando II de León, construyo una nueva ciudad a la que concedió fueros en 1164 y los modifico en 1167, debido a desmanes y abusos de los habitantes de esta villa.
Fundada la ciudad, había que dotarla de todos aquellos elementos necesarios tanto para su cometido civil, como para el religioso, y esto suponía la realización de mercados e iglesias entre otras edificaciones.


Sta. María del Azogue. Fachada este

En castellano antiguo, azogue significa mercado o mercadeo y de ahí proviene el nombre como se conoce a Santa María la Mayor de Benavente o Santa María del Azogue, pues esta iglesia debía estar junto al mercado de la ciudad o el lugar donde se comerciaba con los distintos productos de la tierra.
Por orden real, Santa María del Azogue comienza a construirse en 1180, con un proyecto fantástico que consistía en una iglesia con tres naves, nave transepto y cinco ábsides en la cabecera, que recuerdan un poco a la cabecera del monasterio de Moreruela. 



Ábside y absidiolos del monasterio de Moreruela

Comienzan las obras a buen ritmo y se edifica el contorno de la iglesia y los pilares hasta la altura de los capiteles de unas columnas cruciformes bastante altas y ahí se para la construcción, que se retomara de nuevo en el S.XIII en plena época gótica, de ahí tanto los arcos apuntados en el interior como en los ventanales altos de la fachada.

Abside central, mayor y distinto del resto

Los cinco ábsides de la cabecera hay que observarlos con detenimiento. El central, el mayor de todos ellos y el volumen mas saliente del conjunto, está dividido en tres zonas a base de unas columnas empotradas y cada lienzo del conjunto dispone de un ventanal de aspillera que realizado con verdadera maestría se compone de doble arquivolta apoyados sobre sus correspondientes columnillas y doble imposta que en la parte superior enlaza con el guardapolvo del hueco.


Ventanal del ábside central. Obsérvese la unión guardapolvos imposta


Ventanal de abside lateral. Observar las diferencias entre capiteles 

Los otros cuatro ábsides solo tienen un ventanal cada uno, mucho más pequeño y las impostas pasan por debajo y encima sin tocarlos.
Para terminar con los ábsides, diremos que los dos de más al sur y el del extremo norte, tienen canecillos rematados con figuras de animales y de personajes.



Figuras humanas y de animales en los arquillos de uno de los ábsides.



Pero para mí, a parte de esta monumental fachada este, existen otros dos elementos magníficos del románico, que son las dos puertas que abren en los extremos de la nave crucero o transepto.
Vayamos primero a la más sencilla de las dos portadas, la norte, pero no por eso menos bella.


Puerta norte

Está formada por cuatro arquivoltas que arrancan sobre seis columnas y dos pilastrones con sus correspondientes capiteles.
La arquivolta más interior está realizada con arquillos de tal forma que recuerdan las pinzas de colgar la ropa, apoyando su arranque sobre capiteles simétricos de dos leones cada uno.
El resto de las arquivoltas, nace de columnas rematadas con capiteles con motivos vegetales, excepto el capitel derecho de la tercera arquivolta que tiene representadas dos arpías.


Capiteles lado derecho puerta norte.

La segunda arquivolta esta realizada a base de unos preciosos y afiligranados florones; la tercera a base de arquillos sobre un baquetón y la cuarta con dos cenefas lineales y botones entre ambas, siendo la cenefa más baja a base de cruzamientos en plan romboidal. Todo esto se remata con un guardapolvos con motivos vegetales.


Puerta sur

La puerta del sur del transepto, contiene motivos decorativos interesantes.
Si comparamos esta puerta con la vista anteriormente nos daremos cuenta que dos arquivoltas de la misma presentan el mismo decorado que la de la fachada norte y que el guardapolvo tiene el mismo dibujo, pero ahí terminan las coincidencias.
A diferencia de la puerta norte, la entrada sur tiene tres arquivoltas y la que debía ser la cuarta está ocupada por un tímpano en el que esta esculpido un Agnus Dei rodeado de cuatro ángeles turiferarios.


Puerta sur.Dintel recto sobre el que apoya el tímpano. Todos los capiteles semejantes.

La primera arquivolta está compuesta a base de distintas figuras y que están dispuestas de la siguiente forma: en el centro una imagen del rostro de Cristo. 


Rostro de Cristo en el centro de la arquivolta.

A cada lado de dicho rostro, los tetramorfos de los cuatro evangelistas. 

El aguila que representa a San Juan

El ángel en representacióon de San Mateo


El leon, alado, representando a San Marcos.

El buey, en representación de San Lucas

A la derecha la imagen de la Virgen que pisa a un demonio que vomita algo por la boca.


La virgen pisando la cabeza del demonio.



El demonio, vencido, echa espumarajos por la boca. Una forma de representar el miedo.


Al otro lado y en yuxtaposición con la virgen y por debajo del símbolo del evangelista, creo que es la representación alegórica del fruto prohibido y bajo el la figura desnuda de Eva y la serpiente.

Y por ultimo la figura de Eva, desnuda, con la serpiente a su izquierda y el árbol del fruto prohibido encima de ella

Al lado izquierdo la victoria del ángel caído y a la derecha la derrota del mismo por la Virgen; así podríamos resumir esta arquivolta.
Encima de ella arquivoltas dos y tres iguales a las arquivoltas de la puerta norte. Os hago un montaje de ambas juntas para que comparéis.


El interior del templo, poco luminoso, mantiene su estructura original románica hasta justo por encima de los capiteles de sus distintas columnas, formadas todas ellas en cruz, si bien se nota en muchas partes decoraciones góticas y clásicas.



Aunque no se ven excesivamente bien, fijaros en la concordancia entre el arquillo, el peinado de la figura y la firma de cantero a ambos lados

Firma decantero que asemeja una planta.

Es interesante en este templo observar la gran cantidad de firmas de cantero existentes y diferentes y repetitivas tanto en el interior como en el exterior del templo.

Fachada Sur. Sacristia adosada a la nave central y al crucero.

También puede observarse en su interior una antigua puerta románica que daba acceso desde la nave a la calle y que posteriormente sirvió como entrada a la sacristía. 

Puerta románica de la sacristía

Esta se adoso al cuerpo principal de la iglesia siglos más tarde.
Como dato curioso si vais por allí, fijaros en el demonio que ocupa el solo el vano bajo el arco apuntado que esta encima del ábside más septentrional.

En el centro del arco superior el demonio


El demonio

En el interior del templo choca el enlace entre el románico y el gotico. Columnas y capiteles románicos y resto gótico, amen de los distintos ordenes de capillas y decoraciones.

Nave transepto 


 Nave central


Nave derecha


Me imagino la cara de Fernando II de León cuando observase por primera vez la construcción del templo, con sus muros y sus ábsides. ¿Si no hubiese sido rey de León, tendríamos hoy este templo?
No lo sé, la historia está ahí y hacer especulaciones sobre lo que hubiera podido pasar, es una quimera. Pero lo que si tengo clarísimo es que el desatino de Alfonso VII de León en cuanto al reparto del reino, trajo consigo la construcción de esta maravillosa iglesia.


Para terminar, indicar que los reinos de Castilla y León volvieron a unirse de nuevo cuando Fernando III de Castilla compro los derechos sucesorios de Sancha y Dulce, hijas de Alfonso IX de León, y unió definitivamente los dos reinos. Habían trascurrido unos sesenta años desde la separación por el testamento de Alfonso VII Emperador.
Espero no haberos aburrido mucho.
Nada más por hoy.
Sed felices.
Antonio

3 comentarios:

  1. Excelente y documentado trabajo. Ya había notado yo en mis visitas, la semejanza entre las iglesias de Benavente y la de la Moreruela.

    ResponderEliminar