domingo, 5 de junio de 2016

La fuente de Neptuno en Madrid

Cuando Carlos III decidió remodelar el por entonces conocido Salón del Prado, le encargó a Ventura de la Vega su estudio, tanto urbanístico como escultórico. El rey, quería convertir la capital de su reino en un ejemplo a seguir.



Y Ventura Rodríguez se dedico de lleno a tal empresa. Remodelo lo que era una zona de paseo a las afueras e inicio lo que sería posteriormente el Museo del Prado, coloco con la aquiescencia del rey el Real Jardín Botánico en un extremo del paseo y, para ennoblecer la nueva avenida, diseñó las tres fuentes que se sitúan en el Paseo del Prado actual y que son: la diosa Cibeles, la fuente de Apolo y la que nos ocupa hoy que no es otra que la fuente de Neptuno.



Neptuno un dios Romano, hijo de Saturno y de Ops, era el soberano de las aguas y sus profundidades. De carácter variable, siempre según la mitología romana, era capaz de crear los más bastos y terribles terremotos y oleajes, como, por el contrario,  calmar y convertir en mares tranquilos a los más temibles océanos.



Neptuno iba siempre acompañado de sus caballos y  delfines que le llevaban por los mares y le acompañaban en sus periplos tanto superficiales como en las profundidades marinas.



En la época de Carlos III, estamos en un momento donde el neoclasicismo está en su momento álgido en todas las artes desde la Literatura a la Escultura.



Al encontrarse con el encargo, Ventura Rodríguez se fija en las tres divinidades y con un boceto de Miguel Ximénez encarga la fuente de Neptuno al escultor Juan Pascual de Mena.
Juan Pascual de Mena realiza un Neptuno en el que la majestuosidad del dios se demuestra con un cuerpo poderoso, desnudo,  y un tridente que le confiere autoridad.



Neptuno, cabalga encima de una carroza, la cual no tiene ruedas sino paletas,  tirada por sus caballos blancos y en su mano el poderoso tridente con el que gobernar las aguas y parte de las tierras. Su cabeza está coronada por una corona que indica su calidad de señor de las aguas.



Juan Pascual de Mena muere justo cuando tiene terminado el cuerpo del dios y le sucede en la continuación de las esculturas su discípulo José Arias.
Los caballos con cola de sirena y los delfines forman parte del cortejo y estos últimos son los encargados de expulsar agua por sus bocas. Las olas se representan maravillosamente en piedra y se ven las colas de los delfines que acompañaban siempre al rey de mar.



La mitología romana, heredada de la griega, fue haciendo ir creciendo a Neptuno, que en un principio era solo el dios de las aguas, para convertirlo y redescubrirlo de la mitología griega, como el gran dios de las profundidades, casado con un montón de esposas pero de todas ellas la preferida era Anfitrite.






Es una pena que dos de las tres fuentes diseñadas por Ventura de la Vega estén rodeadas por el tráfico de la capital. Es difícil hacer fotos desde la distancia, pero es incluso peor los autobuses que muchas veces están estacionados alrededor de ella.



Vale la pena acercarse a la fuente e intentar observar sus detalles. Cuidado eso si queréis llegar a ella con el tráfico. Mirar muy bien antes de cruzar.
Nada mas por hoy.
Sed felices.

Antonio

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