viernes, 25 de noviembre de 2016

Flores conpoesia CCLXXXVII: Romances

Nuestro poeta nace en  mil quinientos cuarenta y dos y es uno de los máximos exponentes del Renacimiento español. Su nacimiento se da en Fontíveros, provincia de Ávila y recibirá por nombre Juan y acompañará a los apellidos de Yepes y Álvarez.


Hombre enfermizo estudio en Salamanca e ingreso en la orden Carmelita en mil quinientos sesenta y cuatro.
Amigo e influenciado por Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, acomete la reforma de los carmelitas y llega a ser prior de Granada y vicario de Andalucía.
La poesía de San Juan de la Cruz gira alrededor de temas bíblicos que aprovecha para relacionar la unión intima entre Jesús y el alma de una forma amorosa
Su poesía está marcada por una exaltación contagiosa, un sentimiento tierno, encontrando una musicalidad increíble y una norme variedad de colorido y entonación.
Su poesía se desarrolla alrededor de todo aquello que se relaciona con Dios y con los hombres y podemos encontrar en su poesía desde una maravillosa defensa de la Trinidad, como la descripción de un arroyo o campo, a través de los cuales consigue un misticismo solo alcanzado quizás por Santa Teresa de Jesús.


Murió en Úbeda en mil quinientos noventa y uno.
Os he colocado unos romances en los que acogiéndose a paginas evangélicas sobre “In principium erat verbum”ensalza e intenta explicar el Misterio de la Santísima Trinidad.
Espero que os guste. Son las primeras estrofas

Romances sobre la Santísima Trinidad.

En el principio moraba
el Verbo, y en Dios vivía.
en quien su felicidad
infinita poseía.
El mismo Verbo Dios era,
que el principio se decía;
El moraba en el principio;
por eso de él carecía.


El Verbo se llama Hijo,
que del principio nacía.
Hale siempre concebido,
y siempre le concebía;
dale siempre su sustancia,
y siempre se la tenía.
Y así, la gloria del Hijo
es la que en el Padre había,
y toda su gloria el Padre
es el Hijo poseía.


Como amado en el amante
uno en otro residía,
y aquese amor que los une,
en lo mismo convenía.
Con el uno y con el otro
en igualdad valía:
Tres personas y un amado
entre todos tres había.
Y un amor en todas ellas
y un amante las hacia;
y el amante es el amado
en que cada cual vivía.


Que el ser que los tres poseen,
cada cuál le poseía,
y cada cual de ellos ama
a la que este ser tenía.
Este ser es cada una,
y este solo las unía
en un inefable nudo
que decir no se sabía.
Por lo cual era infinito
el amor que les unía,
porque un solo amor tres tienen,
que su esencia se decía;
que el amor, cuándo más uno,
tanto más amor hacía.
--o0o--


Sed felices.

Antonio 

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