jueves, 19 de enero de 2017

Fotografías de flores e insectos para una tertulia (I)

Son las seis y media de la tarde y tengo que comenzar una exposición fotográfica en la tertulia a la que asisto todos los martes, bueno casi todos, y con un tema difícil de entender para todo aquel que no está relacionado con el mundo de los “bichitos” y las plantas.
Sin entrar en descripciones excesivamente técnicas quiero hacer ver la relación existente entre insectos y plantas y como la desaparición de unos provoca la desaparición de los otros


No estoy nervioso, quizás algo inquieto, pero se que eso pasará en cuanto comencemos la charla y asomen las primeras preguntas, pero es que el tema se sale de lo normal los martes. Aquí no se va a hablar de este o aquel poeta o de este o aquel otro escribidor de historias fantásticas, tan fantásticas que a veces son hasta reales, aquí se va a hablar hoy de bichos y de flores.
A mi alrededor gente dispar unidos todos por un interés común, la literatura. 
Entremos en el tema, si os parece.
Realmente existe una interacción entre ambos mundos. Las plantas proporcionan alimento y a cambio de ello los insectos fertilizan esas flores transportando de una a otra el polen con las que se fecundaran.
Pero últimamente, el número de insectos se ha reducido, debido entre otras cosas a los nuevos pesticidas utilizados, entre otros los que llevan compuestos de nicotina, y al cambio climático, que, parece que no, ya va mostrando sus efectos.
Un mundo sin el otro no puede vivir y tanto es así, que en ciertas zonas de China donde se han utilizado pesticidas en gran medida, ahora se emplea mano de obra humana para con palillos de algodón conseguir fertilizar los frutales, cosa que antes hacían abejas y otros insectos.
Por lo tanto deberíamos preguntarnos si estamos siguiendo las pautas adecuadas para la obtención de cosechas destruyendo un mundo de pequeños seres que en el fondo lo que hacen es darnos de comer.
Esa es la única idea que quiero trasmitir y que intente trasmitir, no sé si bien, en la charla de la tertulia de los martes.
Dicho esto si os parece pasamos a desarrollar las fotografías presentadas sin olvidar que existe una total relación de causa y efecto entre estos dos mundos tan dispares, pero a la vez tan cercanos entre ellos. En el fondo su relación es tan intima que podríamos decir que los hijos de las plantas lo son por la acción de los insectos.
A continuación pasaré a describir distintas plantas e insectos, por el mero echo de ver algunas y algunos.


Tanacetum parthenium (Botón de plata)
Esta planta es una herbácea perenne que encontramos a la orilla de los caminos y en tierras sin cultivar, siempre que tenga algo de humedad, floreciendo de mayo a finales de julio, formando a veces en medio de los herbazales verdaderos centros florales. Crece entre 10 y 60 cm de altura, dependiendo mucho de los obstáculos que tenga alrededor.
A veces me tumbo frente a ellas y puedo ver como sirven de alimento a todo tipo de insectos, desde los primeros que salen junto con las flores a los grandes abejorros.



Hay muchos hemípteros  solitarios, sobre todo abejas y avispas.  En el caso de las abejas suelen se machos que esperan la salida de una reina para intentar fecundarla. Muchas de estas abejas, casi todas, son animales diurnos y descansan durante la noche. Pero existen ciertas excepciones en las que dormitan a pleno día y suele ser en aquellas ocasiones o que la temperatura es muy alta o muy baja.
Esta abeja, una monada de criatura y de la cual no conozco el nombre, estaba intentando encontrar la posición para dormir y al final la encontró, aunque en la foto la veáis en uno de sus intentos. Hacia muchísimo calor ese día.
Seguramente se alimentará de las flores del Tanacetum que hemos visto antes entre otras.


Las moscas, y en general todos los dípteros, tiene una característica inconfundible para conocer su género y esa es la posición de sus ojos.
El que veis en la foto es un macho de una especie de tábano que cayó un verano en la piscina y que yo salve de morir ahogado. A cambio de ello, mientras se secaba y se reponía, me dejo hacerle unas cuantas fotos; una de ellas es esta en la que se ve la composición de sus ojos compuestos formada por infinidad de pequeños ojos.
Por cierto un macho no os picara nunca, se alimenta de polen y nectar de las plantas; no así las hembras que necesitan chupar sangre por su metabolismo, al igual que los mosquitos.
Se me olvidaba, cuando los ojos se tocan son machos.


La Mostaza blanca es una planta crucífera anual de origen mediterráneo, cuyo nombre científico es Sinapis alba. Alcanza alturas de 75 cm. y sus flores alcanzan un diámetro de de 1 cm. En estas flores se encuentran unas semillas que hay que recoger antes de que maduren para poderlas utilizar.
Tratadas se convierten en las mostazas blancas tan utilizadas en la gastronomía.
El resto de la planta, una vez obtenida sus semillas, suelen utilizarla los ganaderos para forraje.



Las dalias son una de las flores que, descubiertas por los científicos españoles en sus expediciones a América, mas transformaciones han sufrido. De hecho cada productor de hortensias a base de ir cruzando especímenes distintos consigue resultados increíbles como esta que veis que se llama Café au lait.
Las dalias varían sus alturas y pueden haber ejemplares de 30 cm de altura y otros de tres metros.




Avispón europeo. Conocido en el mundo científico como Vesspa cabro, este himenóptero es una máquina para cazar a otros insectos, entre ellos a las abejas domesticas.
Las reinas pueden llegar a alcanzar los 5 cm de longitud y el que veis en la foto, que creo que es un zángano, media como cuatro centímetros o un poco más.
Son un problema cuando una colmena se asienta en las proximidades de un panal de abejas, pues su forma de actuar es seguirlas y atacarlas a la entrada de la colmena cortándoles la cabeza.
A mí personalmente me impresionó este ejemplar cuando aterrizo en la mesa del jardín, pero se dejo hacer fotos durante cinco minutos sin inmutarse. Luego emprendió el vuelo y se marchó.


Hay muchísimas clases de cardos, a cual más bonito cuando están en época de floración y muchos de ellos pueden ser comestibles, en cambio otros no, como es el caso de este que veis, al que he visto  en zonas de la sierra madrileña, y por los visto tras su maravillosa apariencia existe el peligro de que si se chupa o come puede producir trastornos debido a los alcaloides que genera. Por ello nunca veréis un cardo de este tipo comido por vacas o caballerizas.


La mosca Lomatia pertenece a la familia Bombyliidae. Son moscas cuyos tamaños oscilan entre entre 3 y 16 mm y que se alimentan por lo general del polen de las plantas.
Es bonito verlas volar, en majestuosos y tranquilos vuelos alrededor de la planta o cerca del suelo.
Cuando se posan sobre las plantas se ve la longitud de sus patas (¿Quizás para evitar a las arañas?) y una enorme lengua chupadora con la que succionan el polen y los néctares de la flor.
Eso si, existen unas 3400 especies distintas de las cuales unas cincuenta habitan en Europa y quizás 10 o 12 en nuestro entorno.



Los Rhododendros es una de las plantas con mas especies conocidas y pertenecen al género Ericaceae pudiendo variar muchísimo los tamaños y coloración de sus flores, así como las dimensiones de la planta que oscilan entre los 10 centímetros de altura y los 30 metros.
Proceden de las laderas soleadas del Himalaya y desde allí se han extendido por todo el mundo, adaptándose bien a los climas templados, pero no a los calurosos en extremo.


Laeosopis robori o conocida más bien en nuestro país como La Moradilla del fresno, esta mariposa de pequeñas dimensiones pertenece a la familia de las Lycaenidae y su tamaño oscila entre un centímetro y uno y medio.
Vive en bosques de fresnos, de ahí su nombre, y pone en estos arboles sus huevos, alimentándose de las flores que encuentra en las praderas cercanas.
Se las ve volar entre los meses de mayo y julio y en alturas no superiores a los 1500 o 1600 metros de altura.


Las magnolias híbridas, como esta Magnolia X loebneri Merrill,  son plantas que se obtiene  de la combinación de otras magnolias salvajes. En este caso con  magnolia Kobus y magnolia Stellata, obtenido el cruce por  Max Löbner, en Alemania antes de la Primera Guerra Mundial. Este árbol alcanza hasta seis metros de altura. Florece antes que aparezcan sus hojas, estas son elípticas y con nervadura, y sus flores de un color blanco se van tornando rosadas en su arte inferior según van madurando. El diámetro de las flores es de unos 20 cm. Florece a partir de finales de febrero y es digno de contemplarse.
Existe una variedad, llamada Alba, en la que sus flores son completamente blancas


Otra abeja solitaria, pero esta vez descansando en su hierba cogida por sus mandíbulas al tallo. Me impresiona siempre que las veo así el esfuerzo que tienen que hacer esas mandíbulas para evitar el giro del cuerpo de la abeja.
Tenemos la creencia, porque solo nos han enseñado a conocer algo a las abejas melífera, que todas las abejas forman sociedades agrupadas en enjambres y colmenas. Eso no es cierto, hay muchísimas abejas y avispas que viven en solitario.
Las hembras, una vez finalizada la cúpula por uno o varios machos puede realizar nidos bien en el suelo, hacen unas galerías perfectas enceradas para que no se desmoronen, o bien en maderas, aunque si les colocas persianas con oquedad las utilizan para ir depositando allí sus huevos. Los huevos de estas abejas la hembra puede fecundarlos con el semen del macho cuando ella quiera. Elige el huevo a colocar y este se fecunda. Suelen dejar en el nido polen y otros alimentos para que la larva se alimente cuando nazca. Sellan el nido y a por otro.


La Armeria pungens es una planta de la familia de las fanerógamas  que crece en matas que se extienden sin alcanzar grandes alturas, como mucho unos 80 cm.
La parte inferior de la planta presenta troncos leñosos de los que crecen unas hojas estrechas de unos seis milímetros de anchura y mucho mas largas.
Las flores, como la que veis, aparecen en capítulos, es decir muchas flores unidas al final de un largo pedúnculo. En la fotografía la flor es lo que veis en rosa.


La mariposa  Argynnis paphia esta considerada entre las mayores diurnas que vuelan en nuestra tierra y se confunde terriblemente con su pariente Argynnis pandora, de la que solo le diferencian a simple vista algunos dibujos de las alas. Pertenece a la familia Nymphalidae. Su envergadura, las alas totalmente abiertas, es de unos seis centímetros y vuela con gran agilidad y velocidad, habiéndose comprobado velocidades de más de 50 ks/h.
Se las puede ver desde el mes de junio hasta finales de agosto y si es un alño muy bueno también en septiembre revoloteando sobre todo en bosques soleados donde crezcan zarzas donde alimentarse. He llegado a ver más de 20 ejemplares en una misma mata en la ladera norte del Sistema Central.


La Achicoria es para mí una de las flores más bonitas que podemos presenciar en los calurosos y secos meses de verano junto a los caminos y en terrenos baldíos de nuestras mesetas. Es una planta de apariencia muy fea, con ramificaciones desordenadas y color de un verde raro, perteneciente a la familia de las compuestas, concretamente de las Asteraceae y su nombre científico es Cichorium intybus. Es una planta perenne fácilmente distinguible de un metro de altura y con propiedades de sus flores parecidas a la de los girasoles: siguen al sol y se abren y cierran con este.
Es una planta medicinal y también de uso alimentario, siendo su condición de sustituto del café en épocas de crisis la más conocida.


Hasta aquí la primera parte de la exposición. Mañana seguiremos.
Recordad siempre la interrelación entre insectos y flores, entre ellos y nosotros para seguir viviendo, comiendo...Sed felices.
Hasta mañana

Antonio 

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