martes, 18 de abril de 2017

Arquitectura popular: el porche de una ermita

Situada la ermita de la Virgen de Talamanquilla entre Hortezuelos y Espinosa de los Monteros, se accede a ella a través de un camino de tierra en muy buen estado atravesando un bosque de enebros, precioso, combinado con algún pinar y campos de cereales, lo que anima y ayuda a la decisión de tomar un rumbo hacia lo desconocido.


La ermita de la Virgen de Talamanquilla, muy antigua, esta realizada en sus inicios en época románica, se pueden adivinar algunos sillares y alguna piedra con ajedrezado jaques.


Reformada posteriormente presenta soluciones de la arquitectura rural  difíciles de encontraren las construcciones modernas, donde el hormigón, el hierro y los nuevos materiales  producen la mayoría de las veces sensaciones de frialdad y vacio absoluto.



Nos vamos a centrar en la ejecución del porche de entrada, una sencilla construcción de madera cubierta de teja que pone de manifiesto lo que era el trabajo de la madera en la construcción.
La construcción de entramados estructurales de madera era muy normal en las zonas rurales españolas donde abundaba la madera, pino sobre todo o roble.
El porche de la ermita está abierto en tres de sus caras y apoya contra la pared sur donde se encuentra la puerta.


Podemos diferenciar en dicho porche distintos elementos constructivos: unos de cubrición a base de teja árabe; otros estructurales como pueden ser vigas de carga, cercha española y parecillos, así como elementos de apoyo como zapatas y canecillos.


Es curiosa la disposición estructural del porche.
Está formado por dos estupendas vigas que apeadas en el muro de la iglesia van a descansar en sendos pilares de madera en el extremo.


Una cercha española junto al muro destaca del resto de la cubierta formada sencillamente por un parhilera y parecillos.
La cercha es una cercha tradicional en la que el pendolón  no está unido a la tiranta de la cercha.


La cercha a su vez no descansa o se encaja algo en las vigas que la sustentan sino al contrario se embute prácticamente en ellas dejándolas muy poca sección.
Esa disminución de sección en caso de una gran anchura podría ser muy peligrosa de cara a los esfuerzos cortantes que se producen en los apoyos.
Tal como veis en el dibujo adjunto que os he realizado de una cercha en la formación de cubierta, aquí directamente se ha pasado a colocar el entablado soporte de la teja directamente sobre los pares.
El resto de pares de esta pequeña cubierta son simples rollizos, a los que se les ha dado una cierta escuadría, que desde el parhilera bajan a apoyar en las vigas maestras y en la que forma el cerramiento en el frente.


Interesante es observar la colocación de los canecillos con el contra canecillo sin decorar, y alguno de ellos se empotra de tal manera en la viga que la deja prácticamente sin sección.
Con cargas de nieve importantes se podría producir un momento en el centro de la viga que al no tener sección suficiente la rompiese.


Curiosa es también la alineación de los pilares respecto a las dos vigas, estando estos desplazados del eje de la viga. Las zapatas se encargan de solucionar el problema de la pequeña excentricidad que se crea.

Os dejo dos ejemplos de cómo se debe realizar la formación de la pendiente. El primero es correcto, mientras que el segundo apoya el parecillo en el canecillo.


Forma correcta de apoyar el parecillo contra la viga en un pequeño cajeado, encargándose el resto de la formación de cubierta de llevara a las tejas al exterior de la estructura.
Ese cajeado en la viga evita posibles deslizamientos del par hacia el exterior debido a los esfuerzos de cargas de nieve y que provocaría el derrumbe de toda la cubierta.
Nunca se deben apoyar los pares en los canecillos, como se ve en el dibujo siguiente.





En esta foto pueden apreciarse distintos elementos constructivos de madera: en primer lugar la zapata que recoge el esfuerzo de las dos vigas que vienen a descansar sobre ella y que ella se encargara de trasmitir al pilar. Se puede apreciar también la disparidad en el tamaño de los canecillos y la diferencia de terminación entre el exterior de la estructura y el interior.



En esta imagen se aprecia mucho mejor la excentricidad entre viga y pilar y en ella se observa también como solo existe una primera cercha y luego se resuelve todo a base de un parhilera y parecillos que forman la cubierta.


Fijaros en la cercha con su pendolón sin unir a la tiranta, estando preparada para ello. Cambien se observa el parhilera y como recibe a los parecillos. La disposición de los canecillos y las escuadrías inconstantes de las vigas.


Podemos observar como en esta cubierta de pequeñas dimensiones se han desestimado las correas, los cabios y listones y se ha realizado sobre los pares la colocación de un tablero de tablas donde apoyar la teja.
Esperando no haberos cansado demasiado os dejo, deseando que seáis felices.
Antonio 

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