jueves, 17 de mayo de 2018

Flores con poesia CCCXXI: Balada de los tres naipes


Nace nuestro poeta en Badajoz, en el año mil ochocientos setenta y nueve.
Extremeño de origen su vida discurre por distintas poblaciones de España, hasta que sus padres mueren en Barcelona.

Camelia japónica

Se traslada entonces Enrique Diez-Canedo a Madrid, donde estudia Derecho.
Díaz-Canedo es un personaje importantísimo en la poesía modernista y postmodernista.
Gracias a él salieron a la luz trabajos de los que luego serian los grandes poetas del siglo XX como Juan Ramón Jiménez,  José Ortega y Gasset, Adolfo Posada, León Felipe y Gerardo Diego entre otros muchos, a los cuales les brido espacio para publicar sus poemas en las distintas revistas y periódicos en los que colaboraba y en especial en la revista España y en el periódico El Sol.
Crítico de arte, de literatura y de teatro fue también poeta.
Se le describe como un poeta para gente ilustrada, fino en matices y sutil en los conceptos; trasformando pronto su modernismo, olvidando a Rubén Darío y dirigiéndose hacia nuevas tendencias literarias postmodernistas.
Entre sus obras destacar: Versos de las horas, La visita del sol, Imágenes etc.
Periodista, escritor, critico y miembro de la Real Academia Española en mil novecientos treinta y cinco.

Eremurus himalaicus


Marcho a México en mitad de la Guerra Civil y allí apoyo a los intelectuales españoles huidos después de la guerra.
Murió Enrique Diez-Canedo en México en mil novecientos cuarenta y cuatro.
Os he dejado un poema que a mí personalmente me parece sensacional en su descripción, en la argumentación y en la facilidad de su lectura.
Ya me diréis si os gusta


Balada de los tres naipes.

Se durmió como la marmota
entre la colilla y el jarro;
ya no tiene lumbre el cigarro,
ya el jarro no tiene ni gota.
Y, aun dormido, la palabrota
en sus torpes labios se cuaja.
Sobre la mesa, la baraja:
el rey, el caballo y la sota.

Dianthus pyrenaicus

Su vida es adusta, de ilota;
su alma, sin soplo, es todo barro;
es inerte como el guijarro;
lo disparan, hiere y rebota.
Al trabajo el ocio derrota
dentro de él; tan solo trabaja
si los gruesos naipes baraja:
el rey, el caballo y la sota.

Erodium Paularense

No despertéis al pobre idiota.
Vuestra lástima es despilfarro.
Dejadle dormir: el cotarro,
de ese modo no se alborota.
Fandango, petenera y jota
le arrullen; si al sepulcro baja,
ponedle dentro de la caja
el rey, el caballo y la sota.

Gladiolo silvestre. Varita de San José

¡Viva el puro, viva la bota!
¡Vivan la moza y la navaja!
¡Cosedle bien en la mortaja
el rey, el caballo y la sota!
--o0o--

Paeonia officinalis

Curioso poema sobre un borracho jugador de tute o brisca.
Sed felices
Antonio

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